viernes, 5 de diciembre de 2008

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO DOMINGO 7 DE DICIEMBRE DE 2008

+ Del santo Evangelio según san Marcos: 1,1-8
Este es el principio del Evangelio de Jesucristo Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: he aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A Él acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan usaba un vestido de pelo de camello ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo”. Palabra del Señor.
COMENTARIO
Un ermitaño es una persona que decide alejarse del mundo para ponerse en oración y penitencia. En cierta ocasión un ermitaño que afirmaba constantemente que tenía que trabajar mucho, era cuestionado por la gente, pues vivía sólo y alejado e insistía que era demasiado su trabajo, pues debía domar a dos Halcones, entrenar dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar cuidadosamente a una serpiente, estar arreando a un burro para que lleve la carga y someter a un león.
Pero como es eso, decía la gente, si no vemos ninguno de esos animales cerca de tu cueva. Todos llevamos con nosotros estos animales, afirmaba el ermitaño; las dos águilas que debemos de domar, son nuestros ojos, pues siempre están al acecho de cualquier presa y tenemos que enseñarles a que solo elijan las presas buenas, los dos halcones que hemos de entrenar; son nuestras manos, pues son como dos garras que están al ataque y que pueden hacer mucho daño, hemos de entrenarlas para que sirvan sin lastimar. Los dos conejos son los pies, que quieren huir siempre de las situaciones comprometedoras, del dolor de aquellos que tienen una necesidad; hay que mantenerlos quietos y saberlos conducir hacia donde se requiere nuestra presencia. El más difícil de vigilar es la serpiente, aunque está encerrada en una jaula de 32 barrotes, en cuanto se siente libre; está pronta a atacar y a esparcir su veneno a quien esté cerca, esa es la lengua. el burro tiene que ser constantemente arriado para trabajar, no le gusta llevar la carga de cada día; por lo tanto hay que estarlo motivando para que cumpla con sus deberes y se enseñe a trabajar; a servir y a llevar la carga sin renegar; este es el cuerpo. Y el león es vanidoso, egoísta y vengativo; pretende ser el centro de todo y es necesario someterlo, para que sea humilde y sincero; ese es el corazón.
Para aquellos que vemos la navidad que viene como algo puramente sentimental, es importante que descubramos la riqueza tan grande que nos trae este tiempo de gracia y conversión. El adviento es tiempo también de penitencia y de hacer un esfuerzo por corregir nuestras vidas, comenzando por uno mismo, cada quién conoce su debilidad. Hacer todo lo humanamente posible, lo demás lo hará el Señor; de no dejarnos arrastrar por lo que ya se ha hecho una costumbre, de no reaccionar de la misma forma ante las circunstancias y de caer en la cuenta de que para cambiar al mundo, a nuestro pueblo y a nuestra familia; hay que comenzar por uno mismo. ¿Cual es el mundo que tú dices que necesitamos? ¿Un mundo donde haya paz, justicia, sinceridad, confianza, armonía, compromiso? Ese mundo es posible si lo creas en ti mismo teniendo esas actitudes, cambia tú y el mundo cambiará. El hombre puede conquistar el espacio, dominar fieras feroces y astutas, pero le ha faltado conquistarse y dominarse a sí mismo. Prepararemos la venida del señor, rebajando las montañas de orgullo y prepotencia, elevando los valles de la dignidad que hemos perdido por el pecado y nos rebaja en nuestra condición de hijos de Dios, enderezando nuestras vidas retorcidas cuando buscamos la felicidad lejos de Dios tratando de agradar primero a los hombres antes que a Él, allanando esas situaciones escabrosas que hacen difícil no sólo el camino para que Dios llegue, sino imposible de transitar hacia nosotros mismos y hacia los demás. Aplanar nuestro camino haciéndolo más sencillo sin tratar de escabullirnos por veredas enredosas sólo para ganarle tiempo al tiempo exponiéndonos al extravío de nuestras almas y a perdernos en esas travesías oscuras sin la luz del Señor.
Como pueblo, también somos llamados a prepara el terreno a Jesús que viene y nos promete un acercamiento a esta familia que sufre y gime del dolor de la muerte, del secuestro, el poder por el poder y del descarrío de tantos y tantos jóvenes y adolescentes en las drogas y el alcohol: El domingo 4 de Enero del 2009 día de la epifanía del Señor; Nuestro Obispo lanzará la convocatoria para ponernos en estado de misión, y este adviento es una oportunidad excelente para preparar la Gran Misión en nuestra diócesis Cuauhtémoc-Madera. Si Jesús se ha hecho camino para que nosotros pudiésemos volver al Padre, hoy nos pide que seamos camino también nosotros para Él llegar a todos, un camino parejo, un camino derecho seguro y transitable por donde Jesús sea conocido por todos, por donde Jesús desee encontrarse con aquellos hombres y mujeres que no lo conocen y aún aquellos más difíciles, que son muchos bautizados que dicen conocerlo pero que tienen una idea o un concepto muy equivocado, pues sólo han escuchado hablar de él pero les falta un encuentro autentico con Él. que el sueño de nuestra Iglesia se haga realidad y que todos nos pongamos en marcha hacia Jesús, para que conociéndolo lo amemos y amándolo lo conozcamos.


P. RAÚL

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