sábado, 25 de octubre de 2008

XXX DOMINGO ORDINARIO. EL MANDAMIENTO MÁS IMPORTANTE

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
-- Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?
Jesús le respondió:“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este mandamiento es el más grande y el primero. El segundo es semejante a éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." en estos dos mandamientos se funda la Ley y los profetas .
Palabra del Señor.


COMENTARIO.




Existen de olas a olas. las olas que producen la euforia en un partido de fútbol, cuyo desplazamiento se realiza a través de movimientos coordinados en una multitud donde se rigen por un mismo sentimiento y cuyas miradas se fijan en la misma área de un estadio. Un saludo que pretende causar en el amigo un buen día. Las olas del mar que chocan en las rocas y producen un sonido relajante. sin embargo hay otro tipo de olas que suenan en nuestros días y que traen angustia e incertidumbre: las "olas de violencia". podemos preguntarnos ¿qué es lo que causa una ola de violencia? ¿que es lo que se mueve en nosotros los seres humanos para producir tal reacción? ¿en que se fijan los ojos y el corazón del hombre para que dicha ola se produzca?. una ola de violencia puede surgir de algo que parece tan insignificante, pero que va tomando fuerza. por ejemplo: Un gerente de un conocido banco de la ciudad, por su estado de nerviosismo, al notar que no coincidían algunas cuentas, trata mal a la cajera y se desquita con ella haciéndola sentir culpable; pero la cajera a su vez, al momento de atender a un cliente en la ventanilla, lo trata con prepotencia y le complica muchísimo los trámites que requería efectuar en ese día. Después de un buen tiempo perdido se dirige a su casa y al encontrarse con su esposa la hace sentir muy mal, pues seguía viendo en su mujer la cara de la cajera. La mujer sintiéndose humillada por su esposo y al notar que su hijo de secundaria se retrasaba, se llena de histeria y cuando llega, en vez de recibirlo con alegría, le da un jalón de orejas y lo reprende por haberse tardado tanto sin esperar siquiera una explicación. El hijo se va a su cuarto y se encuentra con su hermanito menor al cual empuja haciéndolo a un lado de su camino. El hermano menor llora y se queja con su mamá, sale y golpea el perro de su hermano, el perro al pasar una señora, se acerca silencioso y desquita su coraje dándole tremenda mordida. La señora (que es la madre del gerente) es internada en el hospital la cual trata con gritos al doctor porque la curación le produce dolor. El doctor a su vez, llega cansado a su casa, dispuesto a cenar y dormir, pero la cena no es de su agrado y le reprocha a su madre. La madre se acerca a su hijo y le dice con palabras llenas de cariño y comprensión. "tienes razón hijo. procuraré tenerte la cena que a ti te gusta y las sabanas limpias para que descanses. tu trabajo es sumamente pesado y necesitas estar bien". ¿Podemos notar en donde chocó la ola? ¿que fue lo que la detuvo?. simplemente las olas de violencia se detienen con los gestos y palabras de amor. la violencia engendra violencia, el odio solo se combate con el amor. podremos darnos cuenta de la importancia que tiene este mandamiento, y su necesidad en el mundo.


amar a Dios sobre todas las cosas, con todas nuestras fuerzas y todo nuestro ser es estar abiertos al plan de Dios, porque nosotros no hemos elegido el amor, el amor es el que nos ha elegido a nosotros y hemos de volvernos constantemente a esa fuente, para poder amarnos debidamente como obra de Dios que somos y poder amar con esa fuerza a nuestros semejantes.


En nuestra relación con los demás podemos claramente medir el amor a nosotros mismos y darnos cuenta si estamos deficientes. cuando a un mismo hecho le damos diferente significado, según se trate de nosotros o de los demás.


así por ejemplo, sucede frecuentemente, cuando alguien se equivoca afirmamos que es un inepto, un incapaz pero si yo soy quien se equivoca; soy humano, tengo derecho a equivocarme, además estoy experimentando. Ante la falta de responsabilidad en el trabajo, si se trata de los demás; son unos inútiles, no sirven para nada. cuando yo soy quien no he trabajado; me gusta hacer bien las cosas, tengo mucho trabajo. Ante el dolor; con relación a los demás; se lo merecía, eso le pasa por actuar así, el que mal anda mal acaba; con relación a uno mismo.; ¿porqué a mí? no me lo merezco, esto es una injusticia.


El Señor hoy nos manda amar a los demás como a nosotros mismos. ¿seremos capaces de justificar a los hermanos como a nosotros mismos? ¿ seremos capaces de comprender a los demás como si se tratara de nosotros? No olvidemos que el amor es un mandato, dejar que sea el amor el motor de la humanidad y no el odio. seamos instrumentos de su amor, instrumentos de su paz y su perdón, como oraba San Francisco de Asís. Hemos de saber sincronizarnos en el mismo amor de Cristo, estar dispuestos a parar con esas olas de violencia que toman más fuerza en el mundo entero cuando asociamos nuestro espíritu al rencor y al mal.


Miremos todos como en el gran estadio de este mundo, hacia una misma dirección, hacia una misma meta impulsados por el mismo Espíritu de Dios y dejemos que el vaivén suave que produce la presencia de Dios nos dirija, estaremos construyendo cada quien como es y con lo que tiene, el Reino de paz y de justicia.


No olvidemos que la fuente del amor es Dios mismo que nos asegura su presencia en la Eucaristía y en la reunión comunitaria que se congrega en su nombre. Muchas veces no nos interesa si los jóvenes y niños acuden a la Eucaristía y a la formación catequética y después lamentamos enormemente que sean presas fáciles de las olas contrarias al amor y la paz. Hemos convertido a Dios en una opción más, cuando en realidad es el único camino que nos conduce a la verdadera y eterna paz, no hay otro. hagamos una ola de paz. levanta las manos para trabajar por ella, levanta las manos para abrazar y estrechar al hermano levantemos juntos, armónicamente las manos y el corazón para que los maremotos que amenazan con acabar con lo que Dios construye se topen en el muro inquebrantable de amor de Dios que todo lo reconstruye, lo sana, lo reedifica y lo restaura.


P. Raúl

sábado, 18 de octubre de 2008

XXIX DOMINGO ORDINARIO. DOMUND (DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES) "HAY DE MÍ SI NO EVANGELIZO"

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: 28,16-20
En aquél tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan pues y enseñen a todas las naciones, bautizandolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes, todos los días hasta el fin del mundo. Palabra del Señor.




COMENTARIO
Recuerdo que hace años se escuchó acerca de un acontecimiento que los médicos llamaron un milagro, y algunos otros lo llamaron “el milagro del canto de un hermano”.
Una madre que tenía un hijo de 3 años, se dio cuenta que otro bebé venía en camino. Ella con alegría dio la noticia a su esposo y trató de ir preparando a su hijo, para que no se sintiera desplazado de su lugar.
Los exámenes médicos determinaron que era una bebe. Durante el tiempo de la gestación, la madre trataba de infundirle a su hijo un amor por su hermanita, que llegaría y alegraría su hogar, le preparaban un lugar con mucha ilusión. El niño, diariamente acariciaba la barriga de su madre, que con el tiempo crecía más y más., todos los días el niño le cantaba a su hermanita que estaba en el vientre de su madre. Pasaban los meses, hasta que llegó el día de dar a luz. El parto fue muy difícil, y por fin llegó la bebé tan esperada, sin embargo llego en unas condiciones muy difíciles de salud. Inmediatamente la llevaron en una ambulancia a un hospital pediátrico, donde se debatía entre la vida y la muerte. El niño todos los días pedía a su madre lo llevara a conocer a su hermanita. Sin embargo, como era prohibida la visita de niños, no se lo concedía. A principios de la segunda semana, los médicos habían perdido toda esperanza, y recomendaron a los padres de la niña, fueran preparándose para lo peor. Ellos que con tanta ilusión habían preparado su cuarto, su cuna, ahora tendrían que preparar su funeral, era sumamente doloroso. El niño seguía insistiendo que lo llevaran a ver a su hermanita, hasta que su mamá accedió, pensando: tal vez si no lo llevo a conocerla hoy, nunca la conocerá. Al tratar de ingresar al hospital pediátrico, la enfermera trataba de impedir el paso del niño, sin embargo, debido a la insistencia de aquella mujer, lo dejó pasar sólo un momento. Cuando el niño llegó hasta donde estaba su hermanita, después de contemplarla un momento, le comenzó a cantar, como lo hacía siempre cuando estaba en el seno de su madre, le cantaba con ternura y al mismo tiempo con confianza. Las pulsaciones de la niña comenzaron a estabilizarse, su respiración se normalizaba, mientras su madre le insistía que continuara con el canto, ante los ojos desconcertados de la enfermera, que se llenaban de lágrimas. La niña se iba recuperando poco a poco. Al día siguiente la bebé ya estaba bien y en pocos día pudieron llevarla a su casa.
Hoy día de las misiones. Es importante tener la sencillez y el amor de un niño, Para poder distinguir el mandato del Señor. Un mandato que no puede ser comprendido si no tenemos ese corazón lleno de amor por todos los hermanos de todas las razas, de todas las culturas. Aunque no los conozcamos pero que sabemos que están ahí, necesitados de una canción que les comunique la vida. Que los reanime, que les traiga esperanza, que les traiga consuelo, que les traiga paz. Imaginemos a tantos hermanos nuestros que nunca han oído hablar de Dios. Coloquémonos en su lugar y veamos que vacía y desesperante una vida sin saber de la existencia de ese Dios de amor. O de aquellos otros que saben de oídas de la existencia de Dios, pero sigue siendo el gran desconocido para ellos, porque no han tenido un encuentro personal con Él.
Jesús ha venido, se ha acercado a nuestras vidas, se ha comprometido con nosotros, nos ha dado todo su amor, expresado en la entrega de la cruz, tomando el lugar que a nosotros nos correspondía. Él nos ha dado a conocer todo el amor que Dios nos tiene y nos ha hecho sus hijos. No podemos dejar sólo para nosotros esta maravillosa noticia, si tuviéramos tan sólo un poquito de amor por la humanidad, saldríamos corriendo apresuradamente a comunicarla. Este es el mandato de Jesús. Ir a todas las gentes, entusiasmarlos para que constaten por ellos mismos las bondades del Señor. Para encender en sus corazones llevando la chispa, porque el Espíritu prepara la leña para que se haga una fogata en el interior de cada ser humano. Somos enviados a ser instrumentos de liberación de los oprimidos, de los que sufren, de los que han perdido el sentido de todo, especialmente a ellos, vayamos y llevémosle el alimento para el camino, la fuerza del Evangelio, la luz que orienta hacia el destino y que descubre la meta hacia donde encuentra plenitud la vida humana. Seamos el Juan Bautista de nuestro tiempo que sabe preparar el camino del Señor, la Samaritana, que descubre la fuente de agua viva y la comparte con los sedientos, el joven que pone los peces y los panes para que el Señor realice el milagro de la multiplicación, seamos los discípulos pescadores que arrojan nuevamente las redes en el nombre del Señor con la confianza de una abundante pesca, seamos los hombres y mujeres del Evangelio de hoy, que son enviados a compartir el Pan de Cristo, que entre más se comparte más se nos queda. sus palabras han de darnos confianza, seguridad y esperanza en estos tiempos en que parece que la violencia es el pan de cada día: "sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo". Recordemos que un gesto de amor hace menos ruido que un fusil, pero es capaz de construir el Reino de paz. celebremos este día, orando para que se realice lo que Jesús nos pide, hagamos oración por las misiones, colaboremos materialmente por esta obra tan esencial de nuestra Iglesia, y cantemos juntos la melodía de Dios, que es el Evangelio, para vivir en Él y comunicar a todos la vida de Cristo.


P. Raúl



sábado, 11 de octubre de 2008

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO. LAS BODAS DEL HIJO DEL REY

+ EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22,1-14
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. [Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos."] PALABRA DEL SEÑOR.


ATENTA INVITACIÓN. (REFLEXIÓN)


El humorista Jaume Perich dice: “si la autopsia nos explica de que se ha muerto una persona, habría de inventarse la vivosia. Que nos explicara de qué vive mucha gente”.
Nos quedaríamos sorprendidos si pudiéramos contemplar el interior de muchas personas y observar de qué viven.
Hay personas que alimentan su existencia, haciendo un menú de la semana, donde lo primero es la oración, la Eucaristía diaria o semanal, la visita a un enfermo, una obra de caridad, atender su alma haciendo una limpieza profunda a través de una buena confesión. Pero hay otras que están vanas por dentro, que ayunan de Dios y se hartan del mundo. Hay unas que comparten, hay otras que envidian, unas generosas y otras egoístas. El Señor Jesús, hoy nos hace una invitación. Con una hermosa presentación personalizada. Cada uno tendrá que interpretar la magnitud de tal celebración, cada uno es invitado a degustar los suculentos platillos, los manjares sustanciosos y los vinos refinados. Cada uno somos llamados a saciarnos de la mesa preparada por el mismo Señor. Que ha elegido lo mejor para nosotros, no nos da lo que le sobra, sino que nos invita a una mesa especialmente arreglada con amor y esmero, donde no falta el buen gusto y los hermosos arreglos.
Esta invitación amerita ser atendida, correspondida no por puro cumplimiento sino con la alegría de sentirnos partícipes de este gran acontecimiento, nada menos que las bodas del Hijo del Rey. Convendría hacernos estas preguntas: ¿cómo me preparo para esta fiesta?, ¿me entusiasmo y asisto con alegría o voy sólo por cumplir un precepto? ¿Cómo me voy a presentar, digna o despilfarradamente?
Es claro el nexo que tiene esta parábola al banquete de la Eucaristía que anticipa el día final como una gran fiesta de las bodas del Cordero donde se nos ha preparado un lugar con un ambiente de fiesta. Cuántas veces el Señor nos prepara la mesa, y se nos sirve a sí mismo como alimento y cuantas veces nos distraemos con superficialidades y ponemos de pretexto el trabajo, la familia, el cansancio, la escuela, las visitas. Y dejamos la mesa servida. Una madre de familia podrá comprender el sentimiento del Padre, que lo ha preparado todo con amor y que el invitado no se presenta. Cuando ella misma ha preparado la cena en una fecha especial y no llega su marido y tampoco sus hijos y después llegan ante ella con disculpas vacías.
La fiesta se tiene que realizar esté quién esté. La invitación se hace extensa. A la hora de la fiesta llegan buenos y malos, pobres y ricos, de todas las razas y culturas. Y todos participan fraternalmente del gran banquete. Sin embargo, no falta el “colado” que se distingue por su inadecuada presentación, indignante ante tal acontecimiento. Ir vestido de gala a las bodas del hijo del Rey, significa un cambio de actitud, significa revestirse del hombre nuevo y despojarse de la vieja vestidura, empolvada y roída por el desamor, la injusticia y el desorden. "Se han desvestido del hombre viejo con sus acciones y se han vestido del nuevo, que se renueva a imagen de su Creador" (Col 3,9-10). No es correcto participar de la Eucaristía y al mismo tiempo ser siervo del mal, no es correcto comulgar a Cristo y rechazar al hermano, como tampoco es coherente danzar al son de Dios y desentonar en el ritmo de las relaciones humanas, en la familia, el matrimonio, el trabajo y la sociedad.
Un discípulo preguntaba a su Maestro: ¨¿porqué nos cuentas parábolas y nunca nos dices el significado?. El Maestro replicó: “por el mismo motivo que si alguien te da una fruta no te la da masticado” a cada uno se nos ha dado la Palabra de Dios. Cada uno ha de masticarla, saborearla, digerirla. Cada uno somos invitados a la Mesa del Señor, y el Padre no puede comer por el hijo ni la esposa por el esposo. Cada uno ha de saber acercarse y saber saciar su hambre de Dios. Así como los padres enseñan a sus hijos a tomar los cubiertos y saber sentarse a la mesa y comportarse durante la comida, han de enseñar a sus hijos a acercarse al Pan de Vida. A saber recibirlo, a agradecer este don maravilloso y saber comportarse en esta fiesta, donde la alegría no está peleada con los buenos modales, porque recuerda que del plato a la boca, se cae la sopa.




P.RAÚL















domingo, 5 de octubre de 2008

XXVII Domingo Ordinario. LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR



+ EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21,33-43
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo: "Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: vengan, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?" Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No han leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos." Palabra del Señor


COMENTARIO.

Un amigo me planteó un acertijo: ¿qué le dijo un celular a otro celular?... después de varios fallidos, me dí por vencido... me encontré con una respuesta un poco "sangrona" (como dicen los jóvenes) "nuestros dueños padecen de celulitis". la terminación "itis" sabemos que significa "inflamación". y pensando un poco en esta respuesta, no la veo del todo incoherente. es cierto que los moviles producen inflamación. a cuántos no se nos esponja el corazón por la falta de una llamada o de un mensaje de algún ser querido, de un amigo o de alguien que consideramos importante en nuestra vida. la falta de contestación a un mensaje, se interpreta muchas veces como una falta de atención, de aceptación o de amor. siempre que marcamos, esperamos contestación. siempre que enviamos un mensaje, esperamos respuesta. el celular se ha vuelto un aparatito que forma parte de la vida de los hombres y mujeres de este tiempo. muchos conversamos más por celular, más que cuando estamos presentes físicamente... será que es más fácil hablar sin mirarnos a los ojos. pues el lenguaje corporal y el semblante también dicen mucho a los demás.
La pregunta es ¿qué pasaría si le diésemos el mismo trato a la Sagrada Biblia que al teléfono celular?.
al celular le damos un trato fuera de lo común. Muchas veces cuando me encuentro a alguien en la calle que da una vuelta repentina sin respetar las leyes de tránsito, me digo: "seguramente se le olvidó su celular". el celular lo llevamos a todos lados. muy pegado a nosotros. si se nos olvida nos regresamos por él. si salimos de viaje, lo llevamos para utilizarlo en caso de emergencia o para mantenernos comunicados con la familia. Los papás le regalan un celular a sus hijos, para mantenerse informados de sus desplazamientos.


Si le diéramos el mismo lugar a la Sagrada Escritura... no saldríamos de casa sin ella. nos regresaríamos inmediatamente por ella al notar que la hemos olvidado, la regalaríamos a los niños y estos se alegrarían profundamente por aquél magnífico regalo. aprenderíamos a mandar mensajes a través de ella y los recibiríamos constantemente de parte de Dios, en cualquier lugar y circunstancia sin que se nos acabe la señal o se nos corte la comunicación por falta de saldo. los matrimonios se encontrarían en ella y se identificarían con alguna frase, algún texto. los novios acudirían a ese mensaje y lo leerían y releerían una y otra vez como lo hacen con los mensajes que saturan su teléfono.


les digo esto... porque Jesús así utilizaba la Sagrada Escritura. del Antiguo Testamento sacaba mensajes que actualizaba y los dirigía a las personas de su tiempo y hoy nos reenvía estos mensajes que se pueden leer en clave de nuestro tiempo. "la piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular".


Hoy también como en aquél tiempo, seguimos rechazando a Jesús. lo despedimos de las familias, de las escuelas, de las instituciones, de los eventos sociales. lo sacamos de nuestra vida... y todo se nos viene abajo. sin Jesús pierde consistencia cualquier proyecto humano. sin Jesús la educación es totalmente deficiente, el servicio se hace servilismo, los matrimonios se desploman y se vuelven contra sí mismos. sin Jesús no hay frutos dulces. sólo uvas amargas.


Que vergüenza siento... Hoy el Señor se acerca para buscar frutos dulces. y lo que encuentra es odio en nuestro pueblo, asesinatos, secuestros, robos, asaltos, y todo tipo de frutos agrios. ¿qué estamos haciendo con la viña del señor? preguntemonos a los que nos ha confiado su cuidado: autoridades eclesiásticas y civiles, profesores, catequistas, padres de familia, responsables de los cargos publicos, etc. etc... ¿cómo la estamos cuidando? ¿como dueños o como administradores? ¿con amor o por conveniencia?. Que el Señor remueva nuevamente nuestro suelo, que nos ayude a quitar las piedras donde la caridad tropieza y los espinos que invaden el camino para llegar hasta Él.





P. Raúl

OCTUBRE. MES DEL ROSARIO Y DE LAS MISIONES


Benedicto XVI: Octubre, mes del Rosario y de la misión
Intervención con motivo del Ángelus
CIUDAD DEL VAICANO, domingo, 7 octubre 2007 (
ZENIT.org).- Publicamos las palabras que pronunció Benedicto XVI este domingo a mediodía antes de rezar la oración mariana del Ángelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.
* * *Queridos hermanos:Este primer domingo de octubre nos ofrece dos motivos de oración y de reflexión: la memoria de la Virgen María del Rosario, que se celebra precisamente hoy, y el compromiso misionero, al que está dedicado de manera especial este mes. La imagen tradicional de la Virgen del Rosario representa a María que en un brazo lleva al Niño Jesús y en el otro presenta la corona del Rosario de santo Domingo. Esta imagen significativa muestra cómo el Rosario es un medio donado por la Virgen para contemplar a Jesús y, al meditar en su vida, amarle y seguirle cada vez más fielmente. Es la consigna que la Virgen ha dejado en sus diferentes apariciones. Pienso, en particular, en las de Fátima, acaecida hace 90 años, a los tres pastorcillos, Lucia, Jacinta y Francisco, en las que se presentó como «la Virgen del Rosario», recomendó con insistencia el rezo del Rosario todos los días, para alcanzar el final de la guerra. Nosotros también queremos acoger la maternal petición de la Virgen, comprometiéndonos a rezar con fe el Rosario por la paz en las familias, en las naciones y en todo el mundo.Ahora bien, sabemos que la auténtica paz se difunde allí donde los hombres y las instituciones se abren al Evangelio. El mes de octubre nos ayuda a recordar esta verdad fundamental a través de una movilización que busca promover el anhelo misionero en cada comunidad y a apoyar el trabajo de sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que trabajan en las fronteras de la misión de la Iglesia. Con especial cuidado nos preparamos para celebrar el próximo 21 de octubre la Jornada Misionera Mundial, que tendrá como tema «Todas las Iglesias para todo el mundo». El anuncio del Evangelio es el primer servicio de la Iglesia a la humanidad para ofrecer la salvación de Cristo al hombre de nuestro tiempo, humillado y oprimido de muchas maneras, y para orientar cristianamente las transformaciones culturales, sociales y éticas que tienen lugar en el mundo.Este año hay un motivo más que nos lleva a un renovado compromiso misionero: el quincuagésimo aniversario de la encíclica «Fidei donum» del siervo de Dios Pío XII, que propuso y alentó la cooperación entre las Iglesias para la misión «ad gentes» [a lo pueblos, ndt.]. Me gusta recordar también que hace 150 años partieron hacia África, precisamente hacia el actual Sudán, cinco sacerdotes y un laico del Instituto del padre Mazza de Verona. Entre ellos se encontraba san Daniele Comboni, futuro obispo de África central y patrono de esas poblaciones, cuya memoria litúrgica se celebra el próximo 10 de octubre. A la intercesión de este pionero del Evangelio y de otros numerosos santos y beatos misioneros, en particular a la protección de la Reina del santo Rosario, encomendamos a todos los misioneros y misioneras. Que María nos ayude a recordar que todo cristiano está llamado a anunciar el Evangelio con la palabra y la vida. [Al final del Ángelus el Papa saludo a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:] Saludo con afecto a los fieles de lengua española. Queridos hermanos: En este domingo en que celebramos la fiesta de la Virgen del Rosario os invito a rezar cada día, con más piedad y devoción, esta tradicional oración mariana, y que la contemplación de los principales misterios de la vida de Nuestro Señor Jesucristo aumente en nosotros la fe, la esperanza y la caridad. ¡Feliz domingo![Traducción del original italiano realizada por Zenit.