sábado, 27 de septiembre de 2008

XXVI DOMINGO ORDINARIO. --SI PERO NO...NO PERO SÍ--


Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.” Él le contestó: “No quiero.” Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor.” Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron: «El primero.» Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»
Palabra del Señor.
CUANTAS SON LAS VECES SEÑOR EN QUE TE HE DICHO QUE SÍ, PERO A LA HORA DEL TRABAJO, DE LA RESPUESTA, DEL COMPROMISO ME QUEDO DESPARRAMADO EN EL SOFÁ DE MI HABITACIÓN. CUÁNTAS VECES EN UN APURO TE PROMETO SEÑOR, TRANSFORMAR EL MUNDO, SEGUIRTE MÁS DE CERCA, PERO MIS PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO AL MOMENTO EN QUE TÚ RESUELVES MIS NECESIDADES. SEÑOR. CUÁNTA VERGÜENZA PRESENTARME ANTE TI SIN HABER REALIZADO LO QUE TE HE PROMETIDO. PERO HOY RECAPACITO Y TE DIGO: ENVÍAME DE NUEVO. REDOBLARÉ MI ESFUERZO. ME ESFORZARÉ POR CONSTRUIR CONTIGO EL REINO DE AMOR, DE JUSTICIA Y DE PAZ. GRACIAS PORQUE ME HAS MOSTRADO QUE SOY TU HIJO, Y COMO HIJO QUIERO TRABAJAR CONTIGO, Y ALEGRARME CONTIGO CUANDO EL TRIGO, FRUTO DEL TRABAJO, DEL CUIDADO Y DE LA PACIENCIA, SE DOBLEGUE COMO RESPUESTA DE LOS PESADOS GRANOS QUE HAN FRUCTIFICADO Y ESTÁN LISTOS PARA LA COSECHA. CUANDO LOS RACIMOS DULCES DE TU VIÑA, FRUTO DEL TRABAJO DE TUS HIJOS, DISCÍPULOS Y MISIONEROS EN ESTA GRAN MISIÓN, TE PRESENTEN GOZOSOS LAS PRIMICIAS DE TUS BONDADES. ENVÍANOS NUEVAMENTE SEÑOR, CONFÍA EN NOSOTROS. AYUDANOS A SER COHERENTES Y ENTREGADOS A TU OBRA. AMEN

Ante el trama de una película o de una telenovela, nos mostramos espectantes ante el descenlace. los criados frecuentemente se convierten en los hijos herederos. este ha sido el sentido de estos domingos, pero no es ninguna telenovela, ni ciencia ficción ni un sueño lejano... lo más sorprendente es que ha sido una realidad. pellízcate y reacciona! o más bien RECAPACITEMOS!!!. Pues la Palabra de Dios en el Evangelio de San Mateo nos ha traído en ese suspenso... un domingo nos habla de la invitación a trabajar, hay muchos desempleados por las plazas... y ahora resulta que los invitados a trabajar, son los hijos del dueño... Es el Padre que los invita a su viña. sabemos que la viña del Padre es la herencia de los hijos, por lo tanto, van a su propia viña. El Padre desea que los hijos amen su viñedo, que trabajen, más que por un salario, por el amor y por lo que representa para toda la familia ese campo. Es la esperanza, es asegurar el sustento para la familia, es trabajar en armonía, porque el trabajar en equipo, dignifica y une a las personas. se crece humanamente y es la oportunidad de tener unas relaciones sanas. El trabajo siempre trae un crecimiento espiritual, humano, intelectual y sobretodo de corresponsabilidad y de servicio. aspectos fundamentales que subraya el documento de Aparecida en la formación integral de los discípulos-misioneros.

Son tres los verbos que hoy dan una especial estructura a la Palabra.

ESCUCHAR, RECAPACITAR Y OBEDECER

Hace unos días, una vecina mía, muy, pero muy parlanchina, se encontró con una excompañera de la escuela de hace años. y esta, tan extrovertida, que no deja nada para consultarlo posteriormente con la almohada, comienza a hablar, a hablar y hablar.. transcurren los minutos abordando desde los temas sentimentales hasta los últimos detalles de la ultima fiesta a la que había acudido... total... pasa el tiempo, y al notar impaciente a su compañera, le dice muy convencida... "Bueno, creo que he hablado demasiado. no te he dado la oportunidad de que tú te expreses... anda dime, que opinas de mí. como me ves, qué crees que debo de hacer.

El saber escuchar es fundamental en las relaciones humanas. esta palabra, "escuchar" tiene la misma raíz de "obedecer" dos verbos que hoy dan una forma especial a la Palabra. "mis ovejas escuchan mi voz" " la obediencia y desobediencia de los hijos" para saber obedecer la voz de Dios, hay que tener finura en la escucha. tener un sentido especial para descubrir su voluntad. reconocer de una vez por todas de que no basta decir que sí. no basta alabar y bendecir al Señor... hay que demostrar que lo amamos, haciendo el bien. no son las rodillas pelonas por la oración, las que hacen buena a una persona. son los actos de amor, las relaciones de afecto, caridad y comprensión para con los hermanos... es lo que realmente da testimonio si una persona es buena... "por sus frutos los conocerán; dice el Señor".

El Hijo mayor, representa a los encargados de la salvación. los que se sienten buenos porque hacen oración y cumplen hasta con la última coma de la ley, en cambio el hijo menor representa a los marginados, a los enfermos, leprosos, prostitutas, homosexuales y todos aquellos que no se sienten ni siquiera dignos de cruzar por la puerta del templo, pero cuando se encuentra con el amor de Dios... se doblegan ante Él y su vida es un "recapacitar" por eso AGUAS!!! recordemos el cuentito aquél de la liebre y la tortuga en aquella competencia deportiva. la liebre por sentirse mucho más ágil se confía y se queda dormida, para esto, la tortuga la rebasa y llega a la meta, y cuando la liebre despierta, ha perdido la carrera. no es que esto sea una competencia, ya es suficiente de que nos sintamos toda la vida probando nuestras capacidades frente al hermano, para ver quien es el mejor. cada uno tenemos cualidades, cada uno puede poner su granito de arena en esta gran obra de la construcción del Reino de Dios.

Recordemos que Dios ama a todos sus hijos. Como buen Padre, no nos compara. a cada uno nos ama de una manera especial, y la felicidad y realización de cada uno no consiste en lo mucho que nos ame Dios o los hermanos. sino en lo mucho que amemos nosotros a Dios y a los hermanos... sin duda. el poder de la Palabra es fundamental, y sobretodo cuando viene acompañada de las obras que corresponden tal cual a esa Palabra. Jesús es el que hace todo bien y lo dice todo bien. con coherencia, sus palabras unidas a sus obras. le dice que sí a su Padre y cumple su voluntad... al final de cuentas esta es la actitud más perfecta. decir que sí y hacer lo correspondiente como lo hace Jesús el señor. busquemos lo perfecto... a eso nos llama el señor. no es sabio el que sabe donde está el tesoro sino aquel que se dispone a sacarlo. disfruta el tesoro de la gracia y del gozo de saberte hijo de Dios, heredero del Reino donde te desgastas día con día... y que tengas un bonito domingo y una espléndida semana.

nos vemos en el Congreso Parroquial , la próxima semana

P. Raúl