viernes, 27 de febrero de 2009

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15
En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse aldesierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allíentre animales salvajes, y los ángeles le servían.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea parapredicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y elReino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.




Comentario:
Ultima noticia!!!
Satanás convocó a una convención mundial de demonios…

En su discurso de apertura dijo:'No podemos hacer que los Cristianos dejen de ir a la Misa. No podemos evitar que lean su Biblia y conozcan la verdad. tampoco que practiquen sus valores fundamentales y su piedad popular, muchomenos que organicen cada año el vía crucis viviente, ni sus novenarios.No podemos evitar que formen una relación Intima con su Salvador.
Y una vez que establecen esa conexión con Jesús, nuestro poder sobre ellos se pierde.""Así que déjenlos asistir a sus iglesias; déjenlos que tengan sus eucaristías, déjenlos preparar el vía crucis viviente pero RÓBENLES SU TIEMPO, de manera que No tengan tiempo para desarrollar una relación con Jesucristo.""Esto es lo que quiero que hagan", dijo el diablo. Distráiganlos de querer obtener esa unión con su Salvador y de querer mantener esa conexión vital durante todo el día!""¿CÓMO HAREMOS ESO?" gritaron sus demonios."Manténganlos ocupados en las vanidades de la vida e inventen innumerables proyectos que ocupen sus mentes," respondió."Tiéntenlos a GASTAR, GASTAR, GASTAR, y preocuparse, ocuparse y desesperarse.""Persuadan a las ESPOSAS para que vayan a TRABAJAR POR LARGAS HORAS y a los ESPOSOS a trabajar 7 DIAS CADA SEMANA, 10-12 HORAS al día, para que puedan COSTEARSE sus estilos de vida FRIVOLA Y VACIA".No dejen que pasen tiempo con sus hijos. A medida que sus FAMILIAS se FRAGMENTEN, pronto, sus hogares dejaran de ser un refugio a las presiones del trabajo!Tiéntenlos a que escuchen sus radios o reproductores de música siempre que conduzcan sus vehículos. A que mantengan constantemente encendidos, en sus hogares, su TV, VHS, CDs y sus computadoras, esclavícenlos de sus celulares de tal manera que cuando están en Misa, no puedan concentrarse por estar atendiendo llamadas de afuera, hagan que suene a cada momento el celular en las homilías y especialmente en el momento de la consagración para que todos se distraigan de la presencia de Jesús y se vayan vacíos de él, asegúrense que sus mentes estén tan ocupadas en todo menos en Dios. Que al salir, en cada esquina haya chismes y malos comentarios que les robe la paz, que en cada tienda y restaurante del mundo se toque constantemente música estridente, de manera que no haya espacio para el silencio en el cual puedan escuchar la voz de Cristo... "atiborren sus mentes con todo esto, para romper su UNION CON CRISTO y ya no puedan escuchar la suave voz del Espíritu.""Bombardeen sus mentes con noticias de muerte las 24 horas del día. Inunden sus buzones con correo basura, catálogos y toda clase de boletines y anuncios que degraden su moralidad, ofreciendo gratuitamente productos, servicios y FALSAS ESPERANZAS.""Pongan modelos bellas y sensuales en las revistas y en la TV para que sus ESPOSOS crean que la belleza exterior es lo que importa, y se sientan INSATISFECHOS con sus ESPOSAS.""Mantengan a las ESPOSAS demasiado agotadas para amar a sus esposos. DENLES DOLORES DE CABEZA. Si ellas no les dan a sus esposos el amor que necesitan, ELLOS LO EMPEZARAN A BUSCAR EN OTRA PARTE. ¡Eso fragmentara sus familias RAPIDAMENTE!"En la SEMANA SANTA hagan que se desvíen sus pensamientos hacia las playas y lugares donde nada les recuerde que Jesús murió por ellos. Que los niños NO CONOZCAN su verdadero significado, ni hablen de JESUS, de su resurrección y de su poder sobre el pecado y la muerte.""Aun en sus horas de esparcimiento y distracción, háganlos que sean excesivos. Que regresen de divertirse denigrados y agotados"."Que estén demasiado ocupados como para poder salir a la naturaleza y reflexionar sobre la creación de Dios. Manténganlos OCUPADOS, OCUPADOS, OCUPADOS!""Y cuando tengan reuniones de grupos de oración, involúcrenlos en chismes y charlatanería que causen divisiones entre si, para que salgan de allí enemistados y perturbados, hagan que se desgasten en la competencia de haber quien es el mejor y cual el peor .""Por último, invítenlos a creer en las soluciones fáciles para sus problemas; que sean las cartas, las pirámides, las velas, los colores, la lectura del café, los astros, hasta los mismos ángeles sus verdaderos dioses".Pronto, toda esta gente estará trabajando por el bien de nuestra causa, sacrificando su salud y su familia. "FUNCIONARA!" "FUNCIONARA!"Era todo un plan! Los demonios se dispusieron animosos a sus tareas haciendo que los cristianos en todas partes se volviesen más ocupados y tuviesen que hacer las cosas más a prisa, yendo de aquí para allá sin descanso, teniendo poco tiempo para Dios o sus familias.
La pregunta es: ¿HA TENIDO ÉXITO EL DIABLO EN TU VIDA CON SU PLAN ? Seguramente tú sabes hasta donde ha tenido éxito. Es muy probable que te haya tentado una y otra vez como lo ha hecho con todos y hasta con el mismo Jesús. La intención del maligno es clara: frustrar el plan divino de salvación, evitar que el amor de Dios fluya como una fuente tratando de obstaculizar la gracia divina que engendra vida a su paso. Como verdadero hombre, Jesús es tentado por el demonio, pero le ha resistido, porque los hombres por la gracia de Dios podemos resistir con Jesús y vencer como Él. Como dice el Apóstol: “El demonio anda como león rugiente buscando a quien devorar, resístanle en la fe” (1Pdr 5, 8.)
Por nuestra experiencia sabemos que el camino del bien tiene tantos obstáculos y en cambio para hacer el mal basta desearlo. Todo el tiempo hemos de practicar el bien, todo el tiempo hemos de amar a los hermanos, todo el tiempo hemos de hacer oración y tener momentos de ayuno, saber renunciar a lo material para alcanzar los bienes espirituales. Todo el tiempo hemos de tener estas actitudes, pero especialmente la Cuaresma es el tiempo en que hay que enfatizar nuestra identidad cristiana, en que hemos de tomar fuerza para atravesar el desierto con la esperanza cierta de que un gran oasis nos espera. Caminar en estas condiciones es difícil, pero si caminamos con Cristo sabemos que no moriremos abandonados en el camino, que los mismos Ángeles nos servirán como a Cristo, el Pan bendito que contiene en sí mismo toda la vida, la fuerza y el amor para llegar hacia Él.
P. Raúl

domingo, 22 de febrero de 2009

VII DOMINGO ORDINARIO.

Lectura del libro de Isaías (43,18-19.21-22.24b-25):Así dice el Señor: «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed del pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza. Pero tú no me invocabas, Jacob, ni te esforzabas por mí, Israel; me avasallabas con tus pecados y me cansabas con tus culpas. Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados.»Palabra de Dios.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,1-12):Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.»Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados...»Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.»Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual.»Palabra de Dios.






COMENTARIO

Un día, dos niños estaban patinando en una laguna congelada. La tarde era fría y nublada, pero los niños se divertían haciendo piruetas y jugaban sin preocupación, riéndose de sus travesuras.
De pronto, el hielo se rompió y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romperlo, pudiendo así rescatar a su amigo.

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron como lo había hecho ya que el hielo era demasiado grueso. Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y esas manos tan pequeñas, comentaban entre ellos.
En ese instante apareció un anciano y dijo:
¡Yo se cómo pudo hacerlo!
¿Cómo? , preguntaron todos.
Pudo hacerlo, porque no había nadie alrededor de él para decirle que no podía hacerlo.

Siempre las barreras nos las ponemos nosotros los humanos. Obstáculos grandes que nos impiden alcanzar grandes cosas. Nos quedamos contemplando nuestro pasado, rebuscamos en nuestra historia y tristemente sólo podemos encontrar eso: el pecado, que una y otra vez nos señala que nada valemos, que nada podemos, que no saldremos de donde mismo. El pecado no sólo daña nuestro corazón, sino que también trastorna nuestra mente y busca aparecer más grande ante nosotros que la misma misericordia de Dios, porque nubla la mirada y distorsiona la realidad. Nos hace sentirnos “basura” y tristemente se lo creemos y nos dejamos llevar por cualquier viento terminando en el basurero porque pensamos que ese es nuestro lugar.

Tener fe, significa mirar con los ojos de Dios. En la medida que tengamos fe veremos las cosas, el mundo, la vida según Dios, el artífice de nuestras vidas, que lo ha creado todo y porque Él es bueno y es bello, todo lo que hace es bello y bueno. Dios nos mira a nosotros, no nuestros pecados. El mira nuestra historia diferente, porque en cada minuto de nuestra existencia ha estado con nosotros, y como el mejor de los padres, tiene grabados en su corazón esos momentos, como un álbum fotográfico donde Él ha derramado su amor y ha hecho desbordar su misericordia a favor de sus hijos muy amados. Ese es Dios, el que ya no se acuerda de los viejos pecados, el que nos invita hoy a dejar la camilla de nuestro pasado que nos ha invalidado y asumirlo llevándolo no como una carga, sino como la experiencia que nos ha permitido crecer. Sanar nuestro pasado significa poder mirarlo y hablar de él sin dolor. Nunca olvidemos que la sanación que Jesús nos ofrece, abraza todos los momentos de nuestra vida, el pasado, el presente y el futuro, en todas las dimensiones de la persona: espiritual, humana, intelectual, pastoral. Sólo quien ha sanado puede vivir una relación plena con Dios, con los hermanos, y puede continuar en un proceso como discípulo y misionero. Sólo quien está sano puede ayudar a sus hermanos a encaminarlos hacia Jesús, haciendo equipo con los demás para poder sostener la camilla e ingeniárselas para hacer un boquete en el techo de este mundo, lo suficientemente amplio para estar en contacto con Dios, derribando las vigas que nos separan de Él.
Hay tantos paralíticos espirituales, incapaces de acercarse por sí mismos a Jesús en la Eucaristía. Tantos que cojeamos en nuestra práctica religiosa, trastabillando en las cosas de Dios, cuya oración se realiza solamente en los periodos de examen, en los momentos de crisis o en las salas de los hospitales.
Lo que el mundo necesita hoy es gente dispuesta a especializarse en las cosas imposibles, que crean lo que hacen, que hagan lo que creen, que pidan y profesen su fe desde la azotea y no desde el sótano, que salgan al encuentro venciendo los obstáculos y no ser un obstáculo en el encuentro. Gente que no se conforme en creer en los milagros sino que sean ellos mismos un milagro para que los demás crean en Jesús. Ayudando a los que no pueden llegar es como se puede llegar a Jesús.
P. Raúl

sábado, 14 de febrero de 2009

VI DOMINGO ORDINARIO




Evangelio (Mc 1,40-45): En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso suplicándole, y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes. Palabra del Señor
COMENTARIO
Después de una gran crisis financiera, un hombre perdió su casa, y tuvo que rentar una. Por mala fortuna, el Dueño era una persona sumamente fastidiosa, frecuentemente tocaba a la puerta para advertir que no colocaran clavos en la pared, que el jardín debería de estar arreglado de determinado modo, que si el agua, que la luz, que el dinero de la renta, que los niños, etc., etc. El tiempo pasaba y a este hombre cada vez se le hacía más difícil la vida, no podía vivir en paz y no encontraba otro sitio donde hospedarse con su familia. Resulta que un buen hombre, que se dio cuenta de aquella situación, se compadeció y trató de comprar aquella vivienda ofreciendo una suma considerable que el dueño no pudo rechazar. Después de haber adquirido dicha propiedad, el buen hombre se dirige a la que ahora es su casa, toca respetuoso la puerta y el hombre sale desconfiado, se presenta y le dice que es el nuevo dueño, que de ahora en adelante puede vivir tranquilo. El hombre se siente en paz y agradecido, pero apenas cierra la puerta vuelve a escuchar unos toquidos y abre sin miedo alguno, es el antiguo dueño que se acerca para advertirle que está obligado a seguir cuidando esa casa como le había indicado, por haber pertenecido a él desde hace mucho tiempo, el hombre lo para en seco y le dice: “usted ya no es dueño de esta casa, si quiere algo hable con el nuevo dueño, ahora váyase y no me moleste más. Usted no tiene nada que hacer aquí.

La llegada de Jesús, el nuevo dueño de nuestras vidas que nos ha rescatado a un precio muy alto (el derramar su propia sangre por nosotros en la cruz), nos ha de dar la seguridad y la confianza porque la casa que habitamos es su morada. Somos de Él, el nos ha tocado y nos ha sanado de la lepra del pecado que muchas veces amenaza con brotar nuevamente. El pecado que aunque ya no le pertenecemos, sigue tocando a nuestra puerta para recordarnos nuestro tiempo pasado, para robarnos la paz y la alegría que el Señor Jesús ha sembrado en nuestros corazones. Situémonos un poco en nuestra realidad y descubramos las trampas del mal que frecuentemente nos hacen caer y perder la paz que anhelamos a nivel personal, familiar y comunitario. Esas trampas son el miedo, la incertidumbre y la angustia. Se habla de crisis económica y nos echamos a temblar, como si Dios nos fuera a abandonar, pero lo más grave es que dejamos de hacer lo que tenemos que hacer; es cierto que Dios alimenta a los pajarillos, pero también es cierto que los pajarillos salen del nido a buscar su propio alimento. Los tiempos nuevos traen consigo retos nuevos, y para que las cosas funcionen mejor, lo primero es conocer a Jesús que no cambia, que sigue siendo el mismo ayer, hoy y siempre, es el mismo que se compadece, que ama y se entrega; dejarnos guiar por su ejemplo, por su Evangelio. En este tiempo de violencia urge aprender a vivir en familia practicando los valores fundamentales, el amor, el respeto, la unidad, la fraternidad. Que existan verdaderos actos de amor y signos de reconciliación de unos con otros. El cambio verdadero no lo debemos de esperar en los gobiernos sino en nuestros corazones, no en los sistemas sino en nuestra conversión personal hacia Dios. Es el tiempo de oportunidad para relacionarnos sanamente con las cosas materiales, de no malgastar, de cuidar lo que Dios nos da, los recursos naturales y el medio ambiente, evitar la vanidad y las falsas apariencias, cuidarnos a nosotros mismos, nuestra familia, nuestros trabajos. Porque lo que tenemos, muy fácilmente lo podemos perder. La lepra comienza con una pequeña mancha blanca en la piel, también nuestros grandes males comienzan con pequeños signos de maldad, un desprecio, una falta de atención o de aceptación. Las calamidades por las que pasamos actualmente son como una lepra que se ha pegado a nuestro pueblo, que han comenzado en una familia, en una escuela, en una calle y que se ha ido extendiendo a todos lados. Es el momento de que el pueblo de Dios se ponga en cuarentena y se purifique, para que se limpien y sanen las estructuras e instituciones. Para que la familia, el gobierno y la Iglesia sean el espacio donde cada persona viva su libertad y responda a su vocación personal como Hijo de Dios.
P. Raúl

domingo, 8 de febrero de 2009

V DOMINGO ORDINARIO.

I Corintios 9: 16 - 19, 22 - 23

Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.



Evangelio
Mc 1,29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: - «Todo el mundo te busca.» Él les respondió: - «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.» Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

comentario:

El infierno ya estaba repleto y atrás de la puerta una larga fila de gente que buscaba un lugar.... porque nadie tenía alguno, y esto es algo angustiante. El diablo se había visto en la necesidad de bloquear la entrada a los nuevos candidatos.
Contamos sólo con un lugar libre y obviamente es exclusivo para el más gordo de todos los pecadores, para el más empedernido, afirmó el demonio, convencido del éxito de aquél lugar. Comenzó el escrutinio: ¿existe por aquí algún sicario, para asignarle su lugar? Nadie respondió, por temor a ser acribillado. Entonces, para encontrar al peor de todos, el diablo comenzó por examinar a cada uno de los de la fila. Después de un tiempo, vio a uno medio songo, que se escabullía y parecía pasar inadvertido...de aquellos que al demonio no se le escapan. A ver tú ¿porqué estás aquí? ¿qué es lo que has hecho? . Nada, nada he hecho, lo puedo asegurar. No he hecho nada. ¿cómo que nada?, nadie está aquí por equivocación. De verdad no he hecho nada, insistía aquel pobre hombre, convencido de que su proceder en el mundo siempre había sido el mejor, pues nunca había hecho nada. Seguramente has hecho algo, se rió el diablo, (de echo siempre lanza tremendas carcajadas cuando alguien miente, por ser el padre de la mentira) todos han hecho algo. Claro que sí, todos han hecho algo menos yo, insistía aquél hombre. Yo soy testigo de lo que han hecho: entre los hombres hay persecución y muerte, pero yo nunca he participado en esas tremendas cacerías, dejan morir a los niños de hambre y los venden como esclavos, tienen marginados a los débiles como basura, se engañan constantemente los unos a los otros, inventando historias fantásticas, pero yo... yo resistí a todas esas tentaciones y no hice nada, nunca hice nada.
¿absolutamente nada? Insistió el demonio... lo juro... nada.
Y usted ¿está seguro de haberlo visto todo?... todo lo he visto, todo. Es algo tremendo!!!! yo no se por qué existe gente así.
¿Y después de haber visto todo, no hiciste nada para ayudar?.
Noooooooooooooo!!!!!, gritó con la mirada perdida el pobre hombre, hay de mí!!!!.
El diablo volvió a reír con sarcasmo....Entra amigo mio, el lugar es tuyo.
Hay de mí!!! una exclamación de auto compasión. Hay de mi que siendo apóstol no cumplo con mi obligación de llevar el Evangelio. De ser portador de Jesús. Hay de aquél que calla cuando tiene el compromiso de hablar y guarda silencio por cobardía. Porque el silencio y la indiferencia de un cristiano, de un bautizado ante el dolor de un hermano son el principio de un enorme mal en el corazón humano, pues lo destruye y destruye su fe, su esperanza y su confianza. para evangelizar primeramente hay que hacernos evangelio vivo, el Evangelio es una persona, no es un rollo o sermón, el Evangelio es Jesús mismo.


Para evangelizar primero hay que ser evangelio; pero no se puede ser por sí mismo. hemos de identificarnos con Jesús, como Jesús se identifica con el Padre. se encuentra con él a solas, se escabulle de entre la multitud, pero luego vuelve compasivo, misericordioso, dispuesto a ir más allá, se deja tocar, hace mucho por sus hermanos, pero no deja que se sientan dueños de él, no es exclusivo de nadie.


El mundo de hoy está necesitado de esa cercanía de Jesús, a través de nuestra propia cercanía y compasión. el mundo está enfermo, tiene fiebre de poder, postrado ante las riquezas vislumbrantes de la tierra. Necesita urgentemente se le comunique el Evangelio de Jesús, para que pueda levantarse y servirle. El que de verdad está sano, sirve con prontitud, pues la salud la da el amor de Dios y entre el amor y el servicio la distancia no existe.

Pidamos a Dios, nuestro Señor, sane nuestras enfermedades, para poder levantarnos y servirlo. en el servicio se encuentra la salud del alma y el amor se fortalece.




P. Raúl