domingo, 8 de febrero de 2009

V DOMINGO ORDINARIO.

I Corintios 9: 16 - 19, 22 - 23

Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.



Evangelio
Mc 1,29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: - «Todo el mundo te busca.» Él les respondió: - «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.» Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

comentario:

El infierno ya estaba repleto y atrás de la puerta una larga fila de gente que buscaba un lugar.... porque nadie tenía alguno, y esto es algo angustiante. El diablo se había visto en la necesidad de bloquear la entrada a los nuevos candidatos.
Contamos sólo con un lugar libre y obviamente es exclusivo para el más gordo de todos los pecadores, para el más empedernido, afirmó el demonio, convencido del éxito de aquél lugar. Comenzó el escrutinio: ¿existe por aquí algún sicario, para asignarle su lugar? Nadie respondió, por temor a ser acribillado. Entonces, para encontrar al peor de todos, el diablo comenzó por examinar a cada uno de los de la fila. Después de un tiempo, vio a uno medio songo, que se escabullía y parecía pasar inadvertido...de aquellos que al demonio no se le escapan. A ver tú ¿porqué estás aquí? ¿qué es lo que has hecho? . Nada, nada he hecho, lo puedo asegurar. No he hecho nada. ¿cómo que nada?, nadie está aquí por equivocación. De verdad no he hecho nada, insistía aquel pobre hombre, convencido de que su proceder en el mundo siempre había sido el mejor, pues nunca había hecho nada. Seguramente has hecho algo, se rió el diablo, (de echo siempre lanza tremendas carcajadas cuando alguien miente, por ser el padre de la mentira) todos han hecho algo. Claro que sí, todos han hecho algo menos yo, insistía aquél hombre. Yo soy testigo de lo que han hecho: entre los hombres hay persecución y muerte, pero yo nunca he participado en esas tremendas cacerías, dejan morir a los niños de hambre y los venden como esclavos, tienen marginados a los débiles como basura, se engañan constantemente los unos a los otros, inventando historias fantásticas, pero yo... yo resistí a todas esas tentaciones y no hice nada, nunca hice nada.
¿absolutamente nada? Insistió el demonio... lo juro... nada.
Y usted ¿está seguro de haberlo visto todo?... todo lo he visto, todo. Es algo tremendo!!!! yo no se por qué existe gente así.
¿Y después de haber visto todo, no hiciste nada para ayudar?.
Noooooooooooooo!!!!!, gritó con la mirada perdida el pobre hombre, hay de mí!!!!.
El diablo volvió a reír con sarcasmo....Entra amigo mio, el lugar es tuyo.
Hay de mí!!! una exclamación de auto compasión. Hay de mi que siendo apóstol no cumplo con mi obligación de llevar el Evangelio. De ser portador de Jesús. Hay de aquél que calla cuando tiene el compromiso de hablar y guarda silencio por cobardía. Porque el silencio y la indiferencia de un cristiano, de un bautizado ante el dolor de un hermano son el principio de un enorme mal en el corazón humano, pues lo destruye y destruye su fe, su esperanza y su confianza. para evangelizar primeramente hay que hacernos evangelio vivo, el Evangelio es una persona, no es un rollo o sermón, el Evangelio es Jesús mismo.


Para evangelizar primero hay que ser evangelio; pero no se puede ser por sí mismo. hemos de identificarnos con Jesús, como Jesús se identifica con el Padre. se encuentra con él a solas, se escabulle de entre la multitud, pero luego vuelve compasivo, misericordioso, dispuesto a ir más allá, se deja tocar, hace mucho por sus hermanos, pero no deja que se sientan dueños de él, no es exclusivo de nadie.


El mundo de hoy está necesitado de esa cercanía de Jesús, a través de nuestra propia cercanía y compasión. el mundo está enfermo, tiene fiebre de poder, postrado ante las riquezas vislumbrantes de la tierra. Necesita urgentemente se le comunique el Evangelio de Jesús, para que pueda levantarse y servirle. El que de verdad está sano, sirve con prontitud, pues la salud la da el amor de Dios y entre el amor y el servicio la distancia no existe.

Pidamos a Dios, nuestro Señor, sane nuestras enfermedades, para poder levantarnos y servirlo. en el servicio se encuentra la salud del alma y el amor se fortalece.




P. Raúl

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