A DESATARNOS PARA PODER SALIR A LA LUZ

Resulta que un alma llegó a las puertas del cielo y tocó con mucha desición... el portero celestial, San Pedro abre solemnemente la puerta y se asoma, no ve a nadie, luego vuelve a mirar más allá y descubre un alma que se quiere escabullir queriendo volver a la tierra... heyt, a donde crees que vas... le grita San Pedro al alma que corre apresurada de regreso... voy a la tierra, siento que me están llamando de allá... ¿como que a la tierra? pues quien crees que eres que puedes volver tan fácilmente? ¿como te llamas? Lázaro, me llamo Lázaro, con permiso y hasta pronto.

muchos se han cuestionado ¿qué pasó con el alma de Lázaro mientras su cuerpo estaba muerto, tan muerto que ya olía mal?. donde estaba el alma de Lázaro mientras su cuerpo se desintegraba? eso causa mucha curiosidad. pero también hemos de preguntarnos y con mayor razón: ¿que pasa con el cuerpo de tantas almas muertas? porque el pecado mortal da muerte a la vida de la gracia, el pecado va matando el alma y se quedan los cuerpos vivos sin alma, penando por el mundo, sin sentido y sin rumbo.

Jesús se presenta a sí mismo en este domingo como el dueño de la vida, o más bien como la Vida misma. el que nos levanta, el que nos desata de las vendas que nos impiden ver y no nos dejan caminar. nos libera y nos hace salir fuera del sepulcro en el que nos encontramos. nos dice a tí y a mí: "sal fuera" de tus situaciones de angustia, de tus miedos, de la tumba fría de la indiferencia, de la comodidad de tu tumba donde te has estancado por miedo al compromiso y a lo desconocido, al que dirán y al fracaso. hoy Jesús nos empuja a caminar y nos suelta sin dejarnos como el niño que comienza a dar sus primeros pasitos, nos pide confianza en Él, dueño de la vida, dueño de nuestra vida. nos invita también a desatar el vendaje de los que no pueden moverse por sí mismos. desátenlos! es el imperativo de este día. desata al que no puede caminar porque está enfermo, porque tiene un vicio, porque está marginado, porque está débil en su fe y no se ha alimentado debidamente y ha muerto espiritualmente, ha perdido el ánimo y la alegría por la vida. este domingo es un día para abrirnos a la vida con confianza, para sentirnos plenamente vivos y plenamente humanos. confiados de que el Señor ha removido la roca que nos aprisionaba, la montaña que nos oscurecía el sol de su presencia. iluminados por los rayos tibios de su amor inagotable. hoy Jesús llora por su amigo amado. llora porque es humano y ama con un corazón de hombre, con un corazón que se doblega ante el dolor y ante la pérdida de un ser muy querido, pero actúa con la fuerza del único Dios, con un poder absoluto e inconfundible.

P. Raúl